Cada día, cada contacto, cada evasión de nosotros mismos, nos impregna de pensamientos, sentires y valores obsoletos y derruídos.

Cada uno de ellos, como alfileres herrumbrosas, nos castiga con el aguijón pausado y paciente del recuerdo.
No sé cómo deshacerme de la espina.
Pero sé que debo hacerlo.
Pensamiento inútil
Desnudar las pieles cerebrales
de reestructurados intentos
Apagar la sed trastocada por insensatos impactos
Restituir a su lugar de origen
el lamento voluminoso
de algún que otro -nadie-
No sé.
Laverdadesquenosésisepuede
Estos dos poemas son bellísimos Gladys y también el que está al costado junto al recuadro para ver tu perfil. Sos muy buena.
ResponderEliminarLily Chavez
Lily, acabo de ponerme colorada. Gracias por el comentario. Me siento honrrada.
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