Ni vencidos, ni con la frente marchita, como en sendos tangos. Pero volvemos. Porque volver es también morir un poco.
Un día, no sabemos cómo ni por qué, simplemente nos alejamos de ustedes.
El dolor no fue -no postear-, sino darnos cuenta de que ustedes nos seguían visitando, dejando comentarios y demostrándonos el cariño que mantenía vivo este blog, aún más allá de nosotros.
Por eso volvemos. Y tenemos varios motivos.
Porque los extrañamos. Porque seguimos escribiendo. Porque se los debemos...
Gracias por convocarnos nuevamente.
Del libro "Contrapuntos", el poema que cierra la serie:
De a dos
Apuñalada de luna bajo el sol
supe del verdadero ardor
plateado de esperanzas,
que no logró asesinar
el sentimiento
ni la huella.
Ahora la brújula
apunta a mi norte
prisionero en meridianos de ausencia.
Una congoja telúrica
abruma mis poros
– ¿o los tuyos? –.
No hicimos el amor.
No importa. Hicimos un poema.
Y describimos lo que somos
cuando hacemos el amor.
Gladys Acha y Sergio Soler