viernes, 30 de enero de 2009

La historia que claudicó frente al café

Cafeto

Ella nunca supo que ese amor ancestral transmutado por cientos de miles de millones de genes se resumía, diáfano, en la espumita del café batido.
Sergio Soler
Afrodisíaco

Mañanas apretadas en tiempos. Miles de tiempos aguardando. Con la llegada del atardecer, llegabas. Todavía te aguardo batiendo…
batiendo…
batiendo... nuestro afrodisíaco.

Gladys Acha

domingo, 25 de enero de 2009

Un Agradable regalo

Este blog no nació para publicar escritos de otros autores pero, como todo en la literatura, uno sabe cómo comienza algo pero nunca adónde nos llevan los hados. Emma, talentosa escritora puntaltense, nos acercó una poesía que nos hizo sentir identificados. La compartimos con ustedes y, si alguno quiere mandar algo, bienvenido sea. Todo tiene su espacio por estos lares.
Hada y Duende

El hada se deshizo
de los fantasmas.
El duende asesinó a la tristeza.
Llenos de amor
invirtieron los roles.
Ella, duendificada,
desapareció de la vista
de los patéticos acosadores.
Él, hadificado,
aprendió a volar.
En pos de sus sueños.
Emma Acha

martes, 20 de enero de 2009

Somos Distancias

Hemos parido una distancia. La trajimos en cada una de nuestras mochilas. Cargamos su peso. En el sendero recorrido para acortarla, se nos hizo pesada unas veces; liviana, otras; cómoda, las más. Nos ha parido una distancia. Nos trajo a cada uno en su mochila. Cargó nuestro peso. En el sendero recorrido para acortarnos, nos hicimos pesados, a veces; livianos, otras; cómodos, las más. La distancia es nuestra distancia. Universo separador y unificador al mismo tiempo. Pero por sobre todas las cosas, vivificador. En ella nos encontramos y desencontramos. Dentro y fuera suyo se amalgaman nuestros caos y cosmos, se funden, se alean. Y vuelven a desfragmentarse para devenir distancia. La misma distancia. Nos hemos auscultado frente a frente en nuestra distancia. Nos hemos añorado desde sus antípodas. Hemos andado y desandado caminos para acortarla y alargarla. Hemos muerto y resucitado en su extensión. Un hada y un duende, amantes perseguidos ellos, han propiciado el mágico conjuro y la distancia es el principio y el fin de nuestras existencias. A la distancia nos debemos, nos sometemos, nos esclavizamos, nos rendimos, nos doblegamos… Somos distancia. Pero para cada recodo, cada subida o bajada, cada montaña u océano que nos cruza y separa, le oponemos la energía vital forjada a fuego en nuestras almas, ese combustible generador de la derrota de la distancia. El amor, nuestro amor.

De Sergio a Gladys.

lunes, 12 de enero de 2009

Desde Ushuaia hasta Punta Alta y viceversa.

Desde donde la nieve no pide permiso

Desde donde la gente se cuelga del mapa

y la nieve no pide permiso para emblanquecer la montaña,

escucho tu sonrisa en el aire

y se acorta la lejanía.

Desde donde se amalgaman la piedra y el agua

y la nieve no pide permiso para azulinar la montaña,

veo tus ojos en el diáfano cielo

y sonríe mi corazón.

Desde donde el sol juega a las escondidas

y la nieve no pide permiso para resplandecer la montaña,

percibo el aroma de tu femineidad

y me redescubro enamorado.

Desde donde la nieve no pide permiso

aprendo a extrañarte…

Sergio Soler

No me extrañes
No me extrañes desde lugares remotos.
Me hallarás en la piel blanca de la montaña
y en la caricia del aire
que acortará la distancia.
No me extrañes desde la isla distante.
Me hallarás en el reflejo azulino de la montaña
y en la sonrisa celeste del cielo
que aliviará tu corazón.
No me extrañes desde el escondido sol errante.
Me hallarás en el resplandeciente atardecer de la montaña
y en el aroma del verde valle
que te hablará de mi amor eterno.
No me extrañes.
Yo estoy en tus labios
y en tus ojos

y en tus manos

y en la piel que te cubre.

Yo soy lo que sos.

Gladys Acha

jueves, 8 de enero de 2009

Las distancias

Cuando hablamos de distancias, hablamos de kilómetros, de espacios, de dimensiones. También hablamos de personas. También de sentimientos. Hablamos del acontecer introspectivo de un -aquí dentro-, de abismos creados para sentirnos solos, incluso, cuando nos rodea el ruido de un mundo sordo de gritos. Hablamos de pesadillas que se reencuentran en un devenir tan distante como cercano. Tan apasible como inquieto y diabólico. Fueron ellas, las distancias, quienes crearon nuestros contrapuntos. Las pesadillas y los sueños equívocos. Los cientos de días y noches de solitarios reencuentros postergados. Y, por qué no, los duendes y las hadas que reinaron dentro de las dimensiones que ocultaban las distancias. Aquí, ahora, el espacio y el tiempo tienen nombre. Se llama yo, se llama él. Se llama "nosotros".
De Gladys a Sergio.
Por la distancia.

De papeles y cuerpos escritos

Blanco impreso

Del otro lado, también blanco, se colgaron unos dedos temerosos y lograron tomar posesión de este vacío. Garabatearon tu nombre y quedó impreso un poema de amor.

Sergio Soler

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Con mis letras

Todavía no comprendo cómo aquel papel desdoblado, manchado, -teñido de mí-, guardó tus versos conteniendo tanto amor acróstico.

Gladys Acha

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domingo, 4 de enero de 2009

De matemáticas y amores

Intersección.
Tu misteriosa nocturnidad y mi diurna transparencia equidistan. En algún punto de ambas se intersectó un sentimiento. Geometría inabordable por cualquier teorema la nuestra.
Sergio Soler
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De confabulaciones y teoremas.
Equidistantes. Simetría perfecta. Intersecciones. Geometría absoluta. De vez en cuando, el universo, confabula teoremas en favor nuestro.
Gladys Acha
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viernes, 2 de enero de 2009

De algunas inutilidades

Cada día, cada contacto, cada evasión de nosotros mismos, nos impregna de pensamientos, sentires y valores obsoletos y derruídos.
Cada uno de ellos, como alfileres herrumbrosas, nos castiga con el aguijón pausado y paciente del recuerdo.
No sé cómo deshacerme de la espina.
Pero sé que debo hacerlo.

Pensamiento inútil

Desnudar las pieles cerebrales

de reestructurados intentos

Apagar la sed trastocada por insensatos impactos

Restituir a su lugar de origen

el lamento voluminoso

de algún que otro -nadie-

No sé.

Laverdadesquenosésisepuede

Mis musas

Tu hada
Hoy se colgó de tu pupila
y amarronó aún más a tu mirada.
Apenas la vislumbro. Me encandila.
¡Es tu hada!
Esta mañana tu sonrisa
fulgura, como nunca, dibujada.
Ella sabe atemperar mi prisa.
¡Es tu hada!
Sergio Soler
-º-
Tu duende
Mi hada sabe descolgarse en mi pupila
pero, ¿Sabes, en el fondo, qué pretende?
Apenas lo vislumbras. La encandila.
¡Es tu duende!
¡Cómo cuesta mantenerlos separados!
Ella siente –entre sus brazos– que se enciende.
Él disfruta de acercar enamorados.
¡Es tu duende!
Gladys Acha